
Doug Stewart Member Name
Ingeniero Geotécnico Senior
Naturalmente, hay que evitar sorpresas costosas en los proyectos de construcción. Es sabido que pueden ocurrir movimientos del terreno durante la construcción, pero es muy difícil predecir su magnitud y cuándo sucederán.
A pesar de una buena planificación y un buen diseño, los movimientos del terreno y sus efectos sobre las estructuras pueden ocurrir durante o después de la construcción. El paso del diseño a la realidad abre la posibilidad a variaciones. Los impactos de estos movimientos inesperados del terreno pueden incluir problemas de serviciabilidad, sobrecarga estructural, mayores costos de construcción, retrasos, y daños a estructuras y propiedades contiguas. Dada esta realidad de la construcción y de los movimientos del terreno, ¿qué se puede hacer para mantener el rumbo del proyecto y evitar consecuencias negativas?
1 – Planificar para lo predecible, pero prepararse para lo impredecible
Lo primero es tomar en cuenta lo que razonablemente puede preverse y hacer los planes correspondientes. Durante el desarrollo del diseño del proyecto, es común que los ingenieros geotécnicos estimen la magnitud y la tasa de desplazamiento de ciertos elementos estructurales, tales como: cimientos, muros de contención y rellenos, entre otros. En muchos casos, será posible usar o adaptar los cálculos hechos anteriormente para otros proyectos, o aplicar métodos de diseño estandarizados. En situaciones más complejas, tal vez se necesite utilizar técnicas de modelación avanzadas.
En algunos casos pueden ocurrir ciertos tipos de movimientos del terreno cuyas causas no pueden abordarse adecuada o directamente durante la etapa de diseño, ya sea debido a una falta de datos de estudios, un levantamiento deficiente de datos de campo, errores, falta de experiencia, optimismo, falta de precedentes o un análisis inadecuado de los procesos pertinentes a la obra.
Los movimientos inesperados del terreno pueden ocurrir durante o después de la etapa de construcción. Las posibles consecuencias son la deformación excesiva de los muros de contención o de los pilotes, cuyas causas pueden ser la instalación o remoción de pilotes y muros, rellenos colocados sobre tierra blanda y el influjo de agua y suelo a las excavaciones.
Para evitar las consecuencias de estos movimientos imprevistos se debe tener el máximo cuidado durante las etapas de diseño y planificación. Invertir desde un comienzo en investigación, diseño y evaluación de riesgos geotécnicos puede generar beneficios significativos, especialmente en condiciones de terreno difíciles o cuando se construye cerca de obras existentes. Si se intenta evitar estas consecuencias solo durante la etapa de construcción, ya podría ser muy tarde, y a menudo muy costoso, resolver el problema.
2 – Contar con asesoría experimentada
Cuando se trata de entender y manejar las consecuencias de los movimientos del terreno, el nivel de pericia varía significativamente en la industria de la construcción.
Nada puede reemplazar la experiencia. Aunque muchos ingenieros pueden entender los principios básicos, la vasta complejidad de los diferentes escenarios de estabilidad de suelos no puede cubrirse en un libro o en un curso universitario. Si bien existen métodos para evaluar estos escenarios, para ciertas circunstancias no existe un método que entregue un resultado confiable.
En estos casos, las opiniones más confiables vendrán de ingenieros que hayan visto en el campo ejemplos de estos problemas y riesgos, de las situaciones que se deben evitar, así como de las soluciones y mejores prácticas. Contar con el apoyo de consultores experimentados y contratistas especializados que entiendan cómo interactúan los distintos elementos de un proyecto puede ayudar a los actores a evitar costos y retrasos imprevistos durante la construcción.
3 – Evaluar y comunicar los riesgos
Todo trabajo de construcción involucra grados variables de riesgo. Identificar y comunicar estos riesgos a todas las partes participantes es crucial para limitar sus impactos sobre los costos y los tiempos de construcción.
La evaluación de riesgos por parte de los encargados del diseño es muy importante. Para que esta sea efectiva, los encargados del diseño deben entender los procesos y los equipos que se usarán durante la construcción. Una vez que los distintos actores han identificado los problemas que podrían aparecer en cada etapa de la ejecución del proyecto, pueden determinar cuáles se deben manejar o requieren una modificación del diseño.
Por ejemplo, a veces no se consideran en el diseño o en la planificación de la construcción los movimientos del terreno que pueden ocurrir durante la instalación de los pilotes de sinfín de vuelo continuo, de los pilotes de acero hincados, o durante la extracción de las tablestacas. El manejo de estos asuntos podría dejarse al contratista encargado de las fundaciones, pero, en algunos casos, esto puede generar problemas y mayores costos ya que los métodos de construcción pueden ya estar cerrados, lo que deja pocas oportunidades para hacer cambios.
Lograr una comunicación efectiva de los riesgos entre todas las partes involucradas puede ser una tarea complicada. Esto puede deberse a que las partes tienen una mala relación de trabajo, a que trabajan desde países distintos o a que provienen de culturas con distintos estándares o procesos de diseño y construcción. La solución es que el encargado del proyecto facilite una comunicación regular e inclusiva sobre los riesgos y las oportunidades del proyecto.
Cuando el riesgo se comunica adecuadamente, todas las partes pueden gestionar sus expectativas y ser claras en cuanto a sus responsabilidades. Esto es especialmente importante en caso de necesitar hacer un cambio en la secuencia, metodología o diseño de la construcción.
4 – Ver el panorama general y considerar a los vecinos
Para evaluar y comunicar el panorama completo de los riesgos se necesita mirar más allá de los límites de los equipos de trabajo y del sitio de la construcción.
Cuando una parte de los trabajos de una obra ha sido asignada a un subcontratista, posiblemente con un presupuesto limitado, es posible que ese trabajo se realice en relativo aislamiento con respecto a las otras partes del proyecto. Cuando esto sucede, se corre el peligro de que el subcontratista no vea más allá de los límites inmediatos de su tarea particular, o que no contemple ni comunique las consecuencias del trabajo que lleva a cabo. Es responsabilidad del gerente o contratista principal resolver esta fragmentación, asegurar la gestión de las interacciones entre distintos subcontratistas e integrar los distintos factores de riesgo dentro de un cuadro completo.
Otra ventaja de ver el cuadro completo es ser capaz de anticipar los posibles efectos en las estructuras adyacentes. Puede ser difícil identificar cómo contribuyen las obras actuales al daño o deterioro de una estructura en un sitio adyacente si esta no se ha inspeccionado y analizado adecuadamente antes de comenzar el proceso de construcción.
5 – Mantenerse atento y actuar rápidamente
Es posible contener los impactos negativos de los movimientos inesperados del terreno. En algunos de nuestros proyectos, el asentamiento del terreno superó los cálculos iniciales. Para manejar exitosamente estos casos, se ha pausado la construcción, analizado las circunstancias e implementado una serie de modificaciones menores; luego, se ha mantenido un monitoreo minucioso.
Es posible mantener la construcción en marcha, incluso cuando ocurren imprevistos, a través de un monitoreo cuidadoso de las posibles fuentes de riesgo, un control efectivo del sitio de trabajo y la aplicación rápida de las modificaciones que sean necesarias.