Si bien hay mucha incertidumbre en torno al cambio climático, es posible comprender los riesgos, planificar y tomar medidas eficaces. Las empresas que participan en un proceso de planificación riguroso están mucho mejor posicionadas para afrontar los riesgos que plantean los escenarios climáticos futuros. Esto es lo que buscaba el gigante global de recursos Glencore cuando le pidió apoyo a Golder durante el desarrollo de un plan de cambio climático para sus operaciones integradas de níquel en Sudbury en respuesta a sus objetivos corporativos de desarrollo sustentable.
Una de las acciones clave fue desarrollar un proceso de toma de decisiones que utiliza un análisis de costo-beneficio para ayudar a priorizar las posibles medidas de adaptación y comprender cuándo deberían implementarse, si es ahora o en algún momento en el futuro. Se consideraron los costos directos, como la pérdida de horas de operación, y los indirectos, como el impacto en la reputación, así como la forma en que las medidas de adaptación implementadas cambiarían estos costos en las condiciones climáticas actuales y futuras. Este proceso de toma de decisiones entrega información a Glencore sobre el momento en que los costos financieros del escenario de negocios habitual son superados por las ganancias de implementar medidas de adaptación, lo que permite orientar la planificación de capital.
Esto es especialmente cierto a la hora de tomar medidas proactivas que aumentan la resiliencia ante el cambio climático. Sin planificación, los riesgos que enfrentan las empresas pueden provenir de una dirección inesperada. Uno de los aspectos clave del desarrollo de este plan de cambio climático fue aprovechar el marco de riesgo existente en Glencore y agregar una perspectiva climática a los programas vigentes. Así se incorporaron las consideraciones climáticas en los distintos niveles dentro de Glencore. Presentar el plan de cambio climático como una parte integrada a las operaciones y la cultura, en lugar de ser un documento independiente, resultó más eficiente y eficaz. Este enfoque también ayudó a involucrar a los equipos de gestión y expertos técnicos en el proceso de identificación de riesgos climáticos y proponer medidas de adaptación.
El desarrollo del plan de cambio climático comenzó con un taller interactivo con miembros clave de operaciones, ingeniería, capital y otros departamentos. La sesión generó conciencia sobre los impactos del clima extremo y del cambio climático en las operaciones, específicamente la infraestructura, y se solicitaron medidas para hacer frente a los impactos. Incluir el cambio climático en el vocabulario de riesgos permitió la aceptación de los miembros del equipo del proyecto y llevó la discusión a la identificación y priorización de los desafíos específicos. Desde el taller inicial, se han realizado reuniones anuales del grupo de trabajo con un equipo de proyecto focalizado para revisar el avance respecto de los objetivos climáticos, los datos climáticos actualizados y los resultados de evaluaciones de ingeniería en profundidad.
Gestionar lo desconocido
Un ejemplo de los riesgos considerados en el taller inicial fue si el aumento de las temperaturas podría causar un evento de lluvia sobre nieve. En este tipo de evento, una ola de calor en invierno produce lluvia sobre la nieve y derrite parte de esta, lo que causa avenidas que pueden afectar una propiedad minera. Esto puede sobrecargar las medidas existentes para hacer frente a las afluencias de agua.
Sin embargo, un estudio más detallado de los posibles impactos climáticos sobre la forma en que se mueve el agua a través del sistema de manejo de aguas de la mina arrojó que es probable que la escasez de agua sea una amenaza mayor, sobre todo en los meses de otoño de septiembre y octubre. Estos suelen ser meses de pocas precipitaciones en esa parte del mundo, y los arroyos y lagos pueden estar en un punto bajo. Las operaciones de Glencore en la zona de Sudbury dependen del agua para una variedad de fines y la escasez de agua causaría tantos problemas como su abundancia.
A partir de este análisis, Glencore pudo identificar medidas de gestión de riesgos para suministrar agua suficiente si el cambio climático produce una disponibilidad de agua menor en ciertas épocas del año. Estas medidas incluirían bombeo de agua subterránea para mantener buenos flujos de agua para el manejo de relaves y el pulimento de aguas residuales.
Convertir la incertidumbre en acción
A futuro, Glencore planea continuar las reuniones anuales del grupo de trabajo como parte de la evolución del plan original de cambio climático hacia un plan vivo de gestión adaptativa. El plan de gestión adaptativa no solo documentará las consideraciones climáticas hasta la fecha, sino que también entregará una descripción de los umbrales y los desencadenantes para cuando se deban implementar acciones.
El equipo multidisciplinario de vulnerabilidad climática de Golder sigue prestando servicios continuos de apoyo a la mitigación y adaptación al cambio climático para identificar los posibles riesgos climáticos y las soluciones de adaptación o mitigación para reducir esos riesgos.
Glencore ha tomado medidas prácticas para abordar la incertidumbre climática que aprovechan los sistemas y procesos de gestión de riesgos existentes en la organización para aumentar la responsabilización y la participación en el plan de gestión adaptativa a medida que evoluciona con el tiempo.