Para cumplir con las crecientes demandas de suministro de agua en Lower Mainland y responder al crecimiento significativo de la población al sur del río Fraser, Metro Vancouver implementó mejoras significativas a su infraestructura de suministro de agua. El proyecto, en desarrollo por Golder desde 2005, incluyó la construcción de un túnel para el suministro de agua a través del río Fraser, así como la instalación de tuberías de conexión de agua nuevas en las riberas norte y sur.
Cuando se encargue la tubería de agua Port Mann Nro. 2 Norte, esta medirá 1,5 m de diámetro y 2,1 km de largo y se extenderá desde la estación de bombeo y reservorio Cape Horn hasta el pozo norte del túnel de suministro de agua Port Mann. Esta mejora asegurará el suministro de agua permanente a residentes y empresas de la región y satisfará las demandas de la población y de crecimiento económico para los próximos 75 años.
Durante la construcción de la nueva tubería de agua en el norte se registraron ahorros y la reducción de emisiones de dióxido de carbono, gracias a la reutilización del suelo excavado como relleno. Fue necesario estabilizar suelos orgánicos débiles y compresibles en partes de la ruta para evitar su asentamiento. La reutilización recomendada por Golder de residuos de excavación como relleno fuera de la zona de soporte de tuberías, y a través de secciones turbosas de la ruta, compensó los riesgos de asentamientos grandes posteriores a la construcción en los suelos orgánicos y evitó la necesidad de importar 5000 metros de relleno y las actividades de transporte y compactación asociadas.
Durante la construcción del trazado de tuberías, se encontraron áreas de anidación de aves sensibles y el hábitat de varias especies raras de invertebrados que requirieron una planificación de gestión medioambiental rigurosa para cumplir con los requisitos normativos y las expectativas de la comunidad. Se llevó a cabo una evaluación arqueológica y el plan de manejo resultante consideró la participación de las comunidades locales de la Primera Nación. Durante la construcción, el esfuerzo colaborativo entre Golder y las comunidades de la Primera Nación garantizó que el material excavado se inspeccionara correctamente para detectar la presencia de material arqueológico.
Este ha sido un proyecto de cinco años adjudicado a Golder, cuya puesta en marcha está prevista para 2018.