Un enfoque pasivo gana para la remediación de aguas subterráneas

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Cliente
Confidencial

Ubicación
Odessa (Texas, EE. UU.)

Si bien las anteriores tecnologías de remediación invasivas no lograron remediar las aguas subterráneas contaminadas en un sitio cerca de Odessa (Texas, EE. UU.), los procesos naturales muestran resultados prometedores.

El suelo y las aguas subterráneas de esta propiedad se contaminaron mientras albergaba las instalaciones de un antiguo yacimiento petrolífero. A la fecha, las medidas de remediación se centraron en remover el suelo contaminado del lugar. Sin embargo, las aguas subterráneas bajo la propiedad todavía contenían solventes clorados como tricloroetileno (TCE), percloroetileno (PCE), cis-1,2-dicloroeteno (cis-1,2-DCE), trans-1,2-DCE y cloruro de vinilo. Estas sustancias representaban un peligro para cualquiera que bebiera agua subterránea del lugar, y los vapores emitidos por el suelo y el agua subterránea constituían un peligro para la salud.

Anteriormente, se había instalado un sistema de remediación de aguas subterráneas que empleaba un extractor de aire empaquetado e incluía la reinyección de agua subterránea aireada. Las condiciones aeróbicas creadas por este sistema no produjeron la deshalogenación de los etenos clorados y no consiguieron reducir su concentración en el agua subterránea a valores inferiores al máximo fijado en las normas para el agua potable.

En Golder* adoptamos un enfoque distinto. Descubrimos que, a pesar de que las concentraciones seguían estando por sobre el máximo normativo, la pluma de contaminación del agua subterránea no se seguía expandiendo porque la fuente de los contaminantes se había removido al sacar el suelo contaminado del lugar. Por consiguiente, si encontrábamos una manera de evitar que el agua subterránea contaminada perjudicara a la población mientras llevábamos a cabo la remediación, estaríamos sirviendo al interés público y protegiendo la salud.

Nuestro enfoque involucró dos aspectos: el técnico y el legislativo.

Le dimos a los procesos naturales la oportunidad de funcionar

El aspecto técnico comenzó con apagar el ineficaz sistema de aireación. De hecho, la aireación era contraproducente, porque se necesitan las condiciones anaeróbicas naturales del suelo para que las bacterias degraden los solventes clorados. Cerrar el sistema de aireación también tuvo un efecto inmediato en la reducción de los costos del lugar, ya que marcó el fin de las operaciones y del mantenimiento del sistema.

Consideramos agregar más bacterias al suelo a través de los pozos de inyección, pero concluimos que sería poco práctico debido a las bajas tasas de permeabilidad del basamento y al exiguo flujo del agua subterránea. Esta condición natural tenía el beneficio de prevenir que la pluma de contaminación se dispersara, pero también significaba que las bacterias que se introdujeran no se moverían muy lejos del punto de inyección. Perforar una cantidad suficiente de pozos nuevos para poblar el suelo con bacterias suplementarias hubiera sido demasiado caro y las perforaciones habrían agregado emisiones de carbono a los impactos del proyecto.

Desde 2008 hemos monitoreado el agua subterránea dos veces al año para evaluar la restauración de las condiciones anaeróbicas. El monitoreo mostró una pluma de contaminación estable y una atenuación significativa de las concentraciones de etenos clorados en el agua subterránea, lo que confirma la disminución natural de las sustancias en cuestión. También se ha visto una evolución favorable de la concentración de oxígeno disuelto y del potencial de óxido-reducción desde el cierre de operaciones del sistema de remediación del agua subterránea. A la fecha, hemos observado una baja en los niveles de contaminación por PCE de un promedio de 72 ppm a un promedio de 20 ppm, lo que equivale a casi un 70 % de disminución.

En la búsqueda de vías legislativas para proteger a la población

La tendencia a la baja de los etenos clorados indicaba que la concentración de las sustancias químicas de interés llegaría a estar por debajo de sus respectivos niveles seguros dentro de un periodo de 15 años, definido como razonable por la comisión de calidad ambiental de Texas, TCEQ.  Sin embargo, aunque los niveles de contaminantes se han atenuado significativamente en el lugar, en algunos pozos se siguen detectando concentraciones por sobre sus niveles seguros. Como resultado, se buscó obtener la categoría de Municipal Settling Designation (MSD). Esta categoría restringe el uso del agua subterránea contaminada, lo que protege la salud de las personas y el medioambiente, al mismo tiempo que se continúa promoviendo el desarrollo económico del lugar.

Actualmente, estamos trabajando con las autoridades municipales de Odessa para implementar una MSD, una designación oficial del Estado de Texas que certifica que el agua subterránea bajo la propiedad no se puede utilizar como agua potable debido a que sus niveles de contaminación son mayores a las concentraciones aceptables. Como parte de este proceso, las autoridades municipales de Odessa se comprometen a prohibir la perforación de pozos para agua potable en lugares que extraerían agua desde la propiedad contaminada. Nuestras obligaciones incluyen notificar a todos los dueños de pozos (cerca de 2000 en total) dentro de 8 km a la redonda de los límites de la propiedad.

Este caso de estudio demuestra cómo el manejo de un sitio basado en el monitoreo de sus procesos naturales y en los convenios regulatorios puede proteger la salud humana y el medioambiente de manera rentable.

* Al momento de este trabajo, Pastor, Behling & Wheeler, LLC (PBW) era la entidad contratada.  Golder adquirió PBW en mayo de 2018.

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Odessa (Texas, EE. UU.)

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